miércoles, 7 de enero de 2009

Segundo Dragón: “La Lluvia de Fuego”

Mientras estuvimos estas fiestas comiendo y disfrutando de nuestras familias y seres queridos, llovió fuego sobre la tierra de donde se supondría solo mana leche y miel. Miles de personas recordarán esos días como el momento en que vieron el infierno sobre la tierra. El día en que perdieron todo lo que tenían. Solo por vivir donde vivían, por ser quienes eran.
¿Que hace que un hombre pueda hacerle eso a otro hombre? Detrás de los tableros que operaban los lanzamisiles había una persona, que probablemente tiene una familia, un hogar, un trabajo… una vida. Recibe órdenes a través de un intercomunicador y revienta de manera deliberada un misil sobre una oficina, una escuela, una unidad habitacional…otras vidas. ¿Qué piensa en esos momentos? ¿Piensa en esos momentos? Tal vez solo lo hace de manera mecánica para no pensar en las consecuencias de su dedo sobre el tablero de control. ¿Cómo justificas eso? Se dice a sí mismo: “esa mujer tenia una Colt .45 en la mano libre mientras sostenía a su hijo recién nacido en la otra, por lo que tuve que lanzarle un misil crucero”. Eso no tiene lógica. No existe racionalidad para esta acción. No me refiero al ataque en sí, sino específicamente al operador picando el botón. ¿Que importa cuando se es juez, jurado y ejecutor? A mis ojos toda esta situación solo tiene una respuesta. El humano no es racional.
Libera el aliento de Bephomet sobre familias enteras. ¿El hombre es el lobo del hombre? El lobo solo mata cuando tiene hambre. Además se han documentado casos donde las hembras de lobo sirven de nodrizas para cachorros de otras especies. El hombre no es el lobo del hombre, porque el lobo no es capaz de asesinar en masa. Porque probablemente medita más la muerte de un cervatillo que el operador medita su dedo sobre la consola.
El hombre es el hombre del hombre.
Aquellos que sobrevivan al Ragnarok que se desata en lo que fue su hogar, una vez que cuenten a cuantos de los que amaron fueron destruidos en el fuego, cuando se extinga la pira que devora todo lo que sinifico algo para ellos y las cenizas vuelen finalmente por el viento, se encontraran con la aterradora realidad. El fuego nunca se irá. Vivirá por siempre dentro de sus cuerpos, apretando sus dientes y contrayendo sus músculos. Aquellos que hayan perdido todo lo que amaron, solo podrán volver a sentir calor alrededor de esas llamas, que se alimentarán de recuerdos. Entonces ellos serán juez, jurado, y si lo deciden, también serán ejecutores. Y puedo asegurar que ellos tampoco serán racionales. Después de todo, solo son hombres.

1 comentario:

  1. Pues no, efectivamente no es nada racional, pero desafortunadamente existe millones de personas que tienen bocas que alimentar y se ven obligadas a trabajar en este tipo de actividades para poder comer.
    La humanidad está super enferma

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