miércoles, 21 de enero de 2009

Tercer Dragón: “A Mí Amigo”

La policía dejo de buscar ayer a mi amigo. Se cansaron de investigar a una persona que simplemente se desvaneció. Cerraron su caso y decidieron que había que seguir viviendo. Lo abandonaron. En el proceso de esto abandonaron la pequeña esperanza que había dentro del corazón de todos los que lo conocimos. ¿Que nos queda? nosotros seguimos viviendo…
¿El también?
Miles de ideas se desparraman alrededor de mi cabeza. Dos años he seguido viviendo mi vida. ¿El siguió viviendo la suya? La incertidumbre es la espina que infecta el alma del hombre a tal grado que la esperanza se hace dolorosa. Uno solamente sigue caminado.
Me arrepiento. No lo busque durante mucho tiempo antes de que desapareciera. Me enteraba de Él a través de amigos y conocidos mutuos. Me hablaban de lo que acontecía en su vida y yo me contentaba con imaginarlo en mi cabeza. Puedo decirles con toda franqueza que me arrepiento de no haber hablado con Él. De que aunque algunas veces tuvimos diferencias, yo realmente lo estimaba, realmente lo quería. Se fue como el viento y solo dejo polvo en nuestros ojos.
Para colmo de males tampoco me acerco a mis demás amigos a pesar de que ahora sé lo frágiles que pueden ser. A excepción de una camarilla de camaradas, son pocos mis compañeros de innumerables experiencias con los que mantengo un contacto. Con los que siquiera hablo. Miles de historias rondan en mi cabeza llenas de cada uno de sus rostros y sus nombres. Lo peor es que no hago nada para acercarme… porque no quiero. Eso me hace sentir realmente mal, porque me hace ver que no soy el mejor amigo que se puede tener.
Soy totalmente leal a aquellos con los que guardo relación. Y después… soy una anécdota más en los recuerdos de otros tantos con los que cruce mi vida. Los reconforte en momentos difíciles y ellos me apoyaron en mis horas más negras. Los estimé y quiero pensar que tal vez algo de ellos también me estimo. “Cuantas vueltas da la vida” nos decimos. Pero es una ilusión porque pensamos que la vida da vueltas alrededor de nosotros, cuando somos nosotros los que vamos dando tumbos por la vida sin una dirección, mas que aquella que nos imaginamos llevar.
La vida sigue con la duda perpetua de que fue de aquella persona con la que pase decenas de tardes sentado en una mesa de plástico, bebiendo, riendo y cantando al la guitarra de un anciano al que solíamos pagarle para que tocara sus canciones. Y lo que más me quema es precisamente el hecho de que la vida siga y yo no tuve la decencia de detener la mía, aunque fuera un instante, para rendirle honor a aquel del que ya no se nada. Soy un mal amigo. Es lo único que le puedo regalar a aquella persona que se fue y, parece ser, no regresará. Solo le puedo regalar mi honestidad para que aquellos que me lean lo sepan. Te fallé.

2 comentarios:

  1. Yo no creo que seas un mal amigo, lo que sí creo es que así como tenías mala ortografía y no justificabas los renglones de tus trabajos, no sabes para nada distribuir tu tiempo. Debemos tener tiempo para todo y para todas las personas que son importantes, aunque sea tantito.
    Hay que vernos sin la mamada de que no hay tiempo, todos tenemos cosas que hacer, sólo nos hace falta hablarlo y quedar de acuerdo. ¿vale?
    te mando un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Solemos siempre posponer las cosas, nos agobia la flojera para reunirnos, visitar a algun amigo, o simplemente no contemplamos que algo inesperado o malo le pueda pasar a las personas que nos rodean, que estimamos, si lo supieramos (como ahora yo lo se con una de mis compañeras del trabajo) ¿seguro nos esforzariamos por tratar de conocerlos, de ayudarlos o apoyarlos en los momentos dificiles, mejor aun, demostrarles que son importantes para nosotros en algun sentido? ¿y no solo en el momento de que sabemos que algo malo esta por ocurrir, sino por siempre? Seamos sinceros, por mas cadenitas que recibamos por mail diciendonos que demostremos lo que sentimos a nuestros seres queridos, que les dediquemos su tiempo, que nos organicemos como dice Beth, etc. etc. etc... (y aunque perdamos a nuestros seres queridos y nos arrepintamos de no haberles dedicado atencion, tiempo o ayuda) seamos sinceros, el dolor pasa y la vida continua y seguimos siendo malos amigos. ¿O NO?

    ResponderEliminar